Fortificación de Azúcar

con Vitamina A

La generación de evidencia sobre la deficiencia de micronutrientes en la región centroamericana evidenció que en la década de los sesenta (1965-67) la deficiencia de retinol (vitamina A), entre otras; era un problema de salud pública en estos países. En ese momento en Guatemala el 26% de la población pre escolar presentó niveles de este micronutriente por debajo de los considerados normales (menos del 15% de la población por abajo de 20µg/dL). Ante esta situación el Dr. Guillermo Arroyave y otros colaboradores del INCAP con la contribución del sector productor de azúcar de Guatemala, desarrollaron el programa de fortificación de azúcar con vitamina A. El azúcar fue seleccionada por ser consumida por la población en general en cantidades apropiadas, y por ser producida en forma centralizada por un número reducido de ingenios azucareros, situación que sigue vigente.

Esta práctica de añadir vitamina A al azúcar inicia en 1975 acompañada de un estudio de campo para verificar su efectividad biológica. En varias poblaciones rurales de Guatemala se mostró que el consumo de la azúcar fortificada incrementó en menos de seis meses los niveles de retinol plasmático, el retinol en la leche humana, y las reservas de retinol hepático en las personas sanas que habían muerto accidentalmente. Así nació un ejemplo notable de una intervención exitosa de la nutrición pública que ha sido modelo en el mundo. A través del tiempo se ha evidenciado el impacto positivo del programa; la encuesta de micronutrientes del año 1995 mostró que el 16% de la población escolar presentó niveles bajos de retinol, pero al desagregar esta información por edades se evidenció que el problema era evidente en los menores de 3 años. También como parte de esta evidencia se cita un estudio retrospectivo (1980-2000) de casos de xeroftalmia  por causas nutricionales (enfermedad de los ojos caracterizada por la sequedad de la conjuntiva y opacidad de la córnea, provocada por deficiencia de vitamina A) en el cual se vio la efectividad del programa de fortificación en combinación con la suplementación y los resultados evidenciaron la reducción de la xeroftalmia durante el tiempo estudiado Actualmente el programa funciona de forma eficiente y efectiva, se han mejorado los procesos de fortificación, actualmente realizándose principalmente en centros de empaque; se han desarrollado nuevos compuestos de fortificación y optimizado procesos.

Durante el año 2008 el 91% del azúcar proveniente de hogares estaba adecuadamente fortificada con vitamina A; lo que indica que el azúcar como parte de la dieta de los guatemaltecos se constituye en una fuente importante de este micronutriente y el programa es considerado como exitoso. Es importante resaltar que con la mejora del estado nutricional los individuos aumentan su productividad, lo que contribuye a la reducción de la pobreza. Guatemala utiliza la fortificación de alimentos como una de las principales intervenciones para prevenir las consecuencias de deficiencias de micronutrientes.